Un estudio leridano demuestra que los árbitros de fútbol catalanes son más maduros que la población de la misma edad

Un estudio liderado por el psicólogo e investigador del Hospital Universitario de Santa Maria de Lleida, Francesc Abella, y el psicólogo y árbitro internacional de fútbol, Xavier Estrada, demuestra que los árbitros de fútbol catalanes, de 14 a 45 años, son psicológicamente más maduros que personas de la misma edad, hecho que se conoce como madurez psicológica. La investigación, financiada por la Diputación de Lleida con 3.100 euros, muestra que el colectivo arbitral está por encima de la población general en los tres rasgos que determinan la madurez psicológica: la autonomía, la identidad y la orientación al trabajo. Además, la investigación proporciona información sobre los rasgos psicológicos de los árbitros que cuentan con un mejor control de los impulsos, más autonomía o más resistencia a la presión del grupo.

"Esta información nos permite tener unos conocimientos claros, objetivos y de interés para crear herramientas de asesoramiento y apoyo al colectivo arbitral y ayudarlos a mejorar sus habilidades y aptitudes" ha explicado Abella, que forma parte del grupo de investigación Fonamentos biológicos de los trastornos mentales del Instituto de Investigación Biomédica de Lleida (IRBLleida). Hasta ahora uno de los criterios para valorar la madurez psicológica era la edad biológica, según la cual se asocia la madurez a la plenitud física, pero según Abella, se trata de una definición incompleta "puesto que no todas las personas maduran en la misma edad psicológica y por este motivo se necesario abordar esta problemática desde una perspectiva más amplia".

Con el objetivo de conocer el nivel de madurez psicológica de los árbitros de fútbol, identificar los diferentes niveles y entender la relación entre edad y madurez, los investigadores se basaron en el test "Psychological Maturity Assessment Scale" para realizar un cuestionario a 248 árbitros de la Federación Catalana de Futbol, de 14 a 45 años. Del total de la muestra, el 91,53% fueron hombres y el 8,46% fueron mujeres. Todas las personas respondieron un cuestionario anónimo durante la primera quincena de mayo de 2019. El test incluyó preguntas de consumo de tabaco, alcohol, drogas, medios audiovisuales, así como de personalidad, de toma de decisiones o de salud, entre otras.

"Del mismo modo que se dedica tiempo de entrenamiento para que los deportistas perfeccionen y eliminen hábitos físicos, técnicos y tácticos, también es importante asignar un tiempo para desarrollar las habilidades psicológicas que permitan optimizar las posibilidades de rendimiento en el entrenamiento y la competición" ha expuesto Estrada. El investigador también apunta a la posibilidad de preparar planes de preparación concretos por los árbitros para trabajar habilidades psicológicas e incluso, de aplicar estos conocimientos en un contexto educativo.