Investigadores leridanos estudian la influencia de factores como la memoria y la planificación en la calidad de vida de los pacientes con trastorno bipolar
El 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental con el objetivo de sensibilizar la población sobre varios aspectos relativos a este concepto
Investigadores del Grupo de Investigación de Fundamentos Biológicos de los Trastornos Mentales del Instituto de Investigación Biomédica de Lleida (IRBLleida) estudian cómo determinados factores neurobiológicos influyen en la calidad de vida de los pacientes con trastorno bipolar. En concreto, los investigadores analizan factores cognitivos ―como la atención, la memoria y la planificación― y también factores inflamatorios ―como el factor neurotrófico derivado del cerebro, que es una proteína que tiene un papel importante en el desarrollo del sistema nervioso. La disfunción cognitiva es una variable que interfiere en el funcionamiento de las personas afectadas, en los ámbitos personal, ocupacional y de ocio, y, por lo tanto, en su calidad de vida.
"El objetivo de nuestra línea de investigación es examinar cómo determinados factores neurobiológicos influyen en la disfunción cognitiva de los pacientes con trastorno bipolar en fase de remisión; es decir, en periodos de ausencia de síntomas de la enfermedad", explica una de las investigadoras del Grupo, Maria Mur.
Por este motivo, este Grupo de Investigación estudia diversas líneas de investigación en el ámbito de la cognición. La disfunción cognitiva es un constructo complejo que sobresale de los límites tradicionales de los diagnósticos psiquiátricos. Varios factores afectan la disfunción cognitiva como la educación, la edad, la progresión de la enfermedad o la presencia simultánea de dos trastornos, sean o no psiquiátricos.
Una de estas líneas de investigación está centrada en la evolución de la cognición en el tiempo, en una muestra de pacientes comparados con casos controles sanos. Estos estudios longitudinales evidencian que la disfunción cognitiva persiste incluso en los periodos libres de síntomas, y cómo esta disfunción se asocia a una peor funcionalidad psicosocial.
El Grupo de Investigación también está estudiando la influencia de la reserva cognitiva en los pacientes con trastorno bipolar. Se entiende por "reserva cognitiva" la capacidad del cerebro adulto para tolerar mejor los efectos de una determinada patología con el objetivo de minimizar sus síntomas. Por lo tanto, una mayor reserva cognitiva actuaría como factor protector del desarrollo y expresión clínica de determinadas condiciones neurológicas. "En nuestro trabajo se demuestra que la reserva cognitiva actúa como factor protector respecto a la expresión de la enfermedad del trastorno bipolar", afirma Mur.
Otro de los ámbitos de investigación es el rol de la obesidad en la evolución de la cognición. "Se ha detectado que la interacción de presentar trastorno bipolar y obesidad o sobrepeso predice un peor funcionamiento cognitivo a corto y a largo plazo" explica la investigadora, que añade que "los programas de prevención y tratamiento tendrían que intervenir de forma específica sobre estilos de alimentación y hábitos de vida saludables desde las fases iniciales del trastorno, como una manera de prevenir la disfunción cognitiva y también la funcional en el trastorno bipolar".
En cuarto lugar, se está estudiando el papel de las neurotrofinas, principalmente el factor neurotrófico derivado del cerebro, brain-derived neurotrophic factor (BDNF), y de marcadores inflamatorios y de estrés oxidativo en las variables clínicas y en la disfunción cognitiva. Las neurotrofinas tienen relación con la fase de la enfermedad y también con la disfunción cognitiva. Se confirma que el BDNF explica parte de la disfunción cognitiva de los pacientes con trastorno bipolar.
Los trabajos de este Grupo de Investigación se han llevado a cabo gracias a la colaboración y participación desinteresada de pacientes y de voluntarios sanos. Ha contado con varias fuentes de financiación para investigación, como las ayudas para proyectos de investigación de La Fundación La Marató de TV3, del Instituto de Salud Carlos III (Ministerio de Sanidad), y de una beca del Plan estratégico de investigación e innovación en salud (PERIS) 2016-2020, herramienta de planificación y coordinación que define las líneas generales de la investigación e innovación en salud del Departamento de Salud. En concreto, el subgrupo que estudia el trastorno bipolar está formado por las doctoras Maria Mur, Ester Mora y Irene Forcada.
Una enfermedad mental crónica
El trastorno bipolar es una enfermedad mental crónica y recurrente que consiste en un trastorno episódico del estado de ánimo, caracterizado típicamente por la oscilación y la recurrencia de fases (hipo)maníacas y depresivas, que alteran la capacidad para mantener el funcionamiento habitual diario. Estas fases se alternan con periodos de ausencia de signos y síntomas que se consideran de remisión, denominados eutimia.
A pesar de que su prevalencia es de un 2,4 %, por tanto, menor que la de los trastornos depresivos o de ansiedad, el trastorno bipolar provoca un mayor y más marcado deterioro funcional en los pacientes y una mayor reducción de su calidad de vida. De hecho, el trastorno bipolar constituye la duodécima causa de discapacidad mundial en todos los grupos de edad, cosa que provoca que se vea afectada la funcionalidad psicosocial de los pacientes, su rendimiento laboral y ocupacional, y que dificulta su integración social.
"Durante las últimas décadas ha habido un interés creciente en determinar cómo se puede mejorar el pronóstico funcional de los pacientes con trastorno bipolar, haciendo investigación en adelantos en los tratamientos psicofarmacológicos, así como en las estrategias rehabilitadoras desde el punto de vista cognitivo y funcional, que mejoren la calidad de vida de los pacientes", explica Mur.
- El Grupo de Investigación de Fundamentos Biológicos de los Trastornos Mentales del IRBLleida investiga actualmente varias líneas de investigación en el ámbito de la cognición